Los laboratorios de higiene industrial deben tener, en principio,capacidad para realizar evaluaciones cualitativas y cuantitativas de la exposición a contaminantes atmosféricos (sustancias químicas y polvo), agentes físicos (ruido, estrés por calor, radiación, iluminación) y agentes biológicos. En el caso de la mayoría de los agentes biológicos, las evaluaciones cualitativas son suficientes
para recomendar controles, y no es necesario realizar evaluaciones cuantitativas, normalmente más difíciles. Aunque algunos instrumentos de lectura directa de la contaminación atmosférica pueden resultar limitados para los fines de la evaluación de la exposición, son extremadamente útiles para identificar los riesgos y sus fuentes, determinar las referente a la salud de los trabajadores, lo cual justifica plenamente la inversión realizada en ordenadores y comunicaciones.